Bruselas es una ciudad relativamente pequeña, y
las principales atracciones turísticas se concentran unas cerca de otras, por
lo que, al contrario de lo que sucede con otras capitales europeas, sí, es posible verla, más o menos bien, en un día. Además, si
les gustan los museos y recorren otras ciudades como París, Madrid o Londres, quizá
no convenga ingresar a los museos de Bruselas.
Comenzamos el día temprano en el mirador del Mont
des Arts (metro à Gare Central), desde donde podremos hacernos una buena idea
de lo que vamos a ver durante el resto de la jornada gracias a sus vistas
panorámicas. El Mont des Arts es la puerta de entrada al casco histórico
de Bruselas. Este lugar emblemático de Bruselas se construyó con motivo de la Exposición
Universal de 1910, cuando Leopoldo II decidió demoler en el siglo XIX los
viejos edificios y convertir la colina donde se asentaban en un bello mirador
ubicado en la Place de L’Albertine. Ofrece una de las mejores panorámicas
de Bruselas, desde la que podremos contemplar los principales monumentos
de la ciudad frente a nosotros: la Grand Place y su torre del
ayuntamiento, la catedral e incluso el Atomium, que se
encuentra a las afueras de la ciudad. Culmina el Mont des Arts la estatua
ecuestre de Alberto I, que destaca entre otras esculturas de esta especie
de jardín urbano.
Caminamos hasta la Grand Place (unos 8
minutos). La Grand Place de Bruselas es un símbolo de la vieja Europa
y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Históricamente, ha sido escenario de importantes acontecimientos: a finales del
siglo XVII la mayor parte de sus edificios, de madera, ardieron por el
bombardeo de las tropas de Villeroy. Fue entonces cuando las diferentes casas
gremiales reconstruyeron buena parte de su arquitectura. Algunos de sus edificios
más significativos son la Maison du Roi, que alberga el Museo de
la Ciudad de Bruselas o Musée de la Ville (donde se encuentran
antiguos objetos y obras de la ciudad, así como la colección de trajes del
Manneken Pis). La Mansión de los Duques de Brabante, conformada por
seis casas gremiales, con sus gabletes y estatuas barrocas (destacan la de los
arqueros, la de los barqueros o la de los cerveceros, que reconoceremos por las
plantas de Lúpulo en su escudo y que contiene el Museo de la Cerveza en su sótano).
Por último, el Hôtel de Ville, que alberga el ayuntamiento y donde
destaca su torre de más de 96 metros de altura. Asimismo, las mañanas
de los lunes, miércoles y viernes se organizan en la plaza un mercado de
flores. De noche también es lindo para visitar por que se iluminan todos los edificios.
Después de sacarnos cientos de fotos en la
plaza, hay que ir a conocer al Manneken Pis. El Manneken es símbolo de la
ciudad. El actual es una réplica del original, ya que la escultura ha sido
robada tantas veces que el ayuntamiento decidió finalmente reemplazarla por una
copia. Hay varias leyendas con respecto a la escultura: una cuenta que se trató
de un niño que apagó la mecha de una bomba con su orina cuando la ciudad estaba
siendo sitiada; otra, que era el hijo perdido de una familia burguesa y como
cuando lo encontraron estaba orinando tranquilamente, decidieron hacerle una
escultura para inmortalizar el momento; las más fantasiosas afirman
que no era más que un muchacho que orinaba en la puerta del hogar de una
supuesta bruja y esta, en venganza, lo convirtió en estatua por los siglos de
los siglos.
Volvemos hasta las Galerías Saint Hubert y
podemos dedicar a recorrerla en una media hora. Eso si no nos detenemos
demasiado a ver las bombonerías. Inauguradas a mediados del XIX por Leopoldo I
es uno de los lugares predilectos por locales y turistas. En el año 1846
comenzaron las obras de las galerías, que fueron finalizadas apenas un par de
años después. Las Galerías están divididas en tres secciones que componen
sus más de 200 metros de recorrido: la Galería del Rey y la Galería
de la Reina son los ejes principales, y la Galería de los
Príncipes, añadida posteriormente, es una galería lateral más
corta.
Cuando
se sale de las galerías vamos a conocer a la hermana del Manneken, la Jeanneke
Pis, escondida en el callejón Impasse de la Fidélité (a menos de 5 minutos).
Justo enfrente está una de las cervecerías más famosas, la Delirium, donde tienen
cientos de variedades de cerveza.
Se continúa caminando hasta la Catedral de
San Miguel y Santa Gúdula donde la entrada es gratuita. La primera piedra
de la majestuosa Catedral se puso en el siglo XIII por encargo
del Duque de Brabante, pero su construcción se extendió durante más de tres
siglos. De estilo gótico es escenario de coronaciones y bodas reales.
En su interior destaca el púlpito barroco tallado en madera en el que
podemos observar cómo Adán y Eva son expulsados del paraíso. Se puede hacer una
visita a la capilla de la catedral, donde se conserva el tesoro de la
misma (€2 euros).
Vista la catedral, caminar por Rue de Ligne
hasta la columna del Congreso (monumento situado en la Plaza del Congreso.
Conmemora la formación del Estado belga y la constitución por el Congreso
Nacional en 1830), luego volvemos por la Rue Royale hasta llegar Rue de
Louvain. Nos vamos hacia la izquierda para ver los edificios gubernamentales
(Palacio Nacional, Senado y Cámara de Representantes). Volvemos a Rue Royale
hasta Place Royale. En camino vamos a ir bordeando el Parc de Bruxelles. Para
que no se pierdan, adjunto el google maps donde está todo el recorrido marcado.
En la zona hay varios museos importantes de
Bruselas: el Museo de Instrumentos Musicales, el Museo Magritte,
el BELvue o los Museos Reales de Bellas Artes. Todos los Museos
están cerrados los lunes. Los museos pueden ser visitados si se está más de un
día en Bruselas o si no van a recorrer otros grandes museos de otras capitales
europeas.
* Museo de Instrumentos Musicales o MIM (8
euros) fue fundado en 1877 como anexo al Real Conservatorio de Música para
mostrar a los estudiantes cómo eran los instrumentos antiguos. Está ubicado en
un edificio art noveau (antigua sede de los almacenes Old
England, como todavía puede leerse en su fachada. Es hermosa la fachada de
hierro forjado y vidrio. En caso de visitar el museo, subir
al restaurante del mismo, que está situado en la última planta. Desde
él se puede acceder al mirador sin necesidad de realizar una
consumición: las vistas panorámicas al casco antiguo de
Bruselas sorprenderán.
* Museo Magritte (8 euros) es uno de los
más jóvenes de Bruselas: inaugurado en 2009 y ubicado en el antiguo hotel
Altenloh, de estilo neoclásico, y de arte surrealista.
* Museo BELvue (8 euros - 12 euros combinadas
con las ruinas del Palacio) está ubicado en el antiguo Hôtel de Bellevue.
Además de ejercer como hotel de lujo desde su construcción en el
siglo XVIII, este edificio fue residencia de la realeza belga durante
ciertos períodos. En la década de los 70 del siglo XX, el hotel fue
transformado en un museo que albergaba el Memorial del Rey Balduino y el Museo
de la Dinastía. En él se exhiben cientos de documentos originales, cuadros,
fotografías y vídeos que nos conducirán por la historia de Bélgica a
través de las doce salas de la colección permanente, comenzando por
la revolución del XIX y el nacimiento del país en 1830, continuando por la
Revolución Industrial, las reivindicaciones sufragistas, la Primera y la
Segunda Guerra Mundial o la invasión del Congo y concluyendo con un repaso
a la evolución política de la segunda mitad del XX y la consolidación de
Bruselas como sede europea. La visita al Museo BELvue puede durar
aproximadamente 90 minutos (dos horas si visitamos también el
Coudenberg).
* Ruinas del Palacio Ducal de Coudenberg. Este
conjunto arqueológico, que data de los siglos XI y XII, se encuentra justo
al lado del museo y fue destruido en 1731 por un incendio.
* Museo de Arte Antiguo, inaugurado en
1799, es el más grande de los cuatro que conforman los Museos Reales,
y alberga una importante colección de pinturas y otras obras de arte que datan
de entre los siglos XV y XVIII. Este museo contiene una exhibición
dedicada específicamente a los artistas de los Países Bajos.
* Museo de Arte Moderno, recorrido por la
Historia del Arte a partir del siglo XIX: buena parte de sus galerías
subterráneas están dedicadas a la obra de los maestros surrealistas belgas.
Luego de pasar la zona de museos seguimos
recorriendo la ciudad. Próximo destino:
Palacio Real de Bruselas (Palais Royal). Es
la sede de la monarquía belga. En él se encuentran instaladas las oficinas
de los reyes, algunos ministerios, salas de reuniones oficiales y habitaciones
para los jefes de estado invitados. Desde 1831 el palacio no es la residencia
real, sino que los reyes viven en el Palacio de Laeken, en las afueras de
Bruselas. Desde 1965, el Palacio Real de Bruselas está abierto al público
habitualmente desde el 21 de julio (la fiesta nacional) hasta principios de
septiembre. El horario de visita es de martes a domingo de 10:30 a 17:00 horas.
Volver y seguir por Rue de la Régence hasta
encontrar la Place du Petit Sablon. En éste antiguo solar, que se había
destinado para propósitos tan diversos como un cementerio o un mercado de caballos,
se creó la Place du Petit Sablon. La plaza está enrejada y hay unas 48
estatuas de bronce, que representan a cada uno de los antiguos gremios
medievales (albañiles, cerveceros, escultores, pizarreros, etc). Hemos notado que al mediodía van muchos empleados a almorzar. Y para sentirnos un residente más, con mi mujer también hicimos un alto en unos de sus bancos y almorzamos acá.
Justo
enfrente está la iglesia de Notre Dame du Sablon, donde es altamente
recomendable la visita. Erigida sobre una capilla medieval dedicada al gremio
de los arqueros, la Église, tuvo que ampliarse unos años después
para albergar a los peregrinos que visitaban a la Virgen robada, atraídos
por su supuesta capacidad para curar enfermedades. La barca situada detrás del
púlpito evoca la leyenda según la cual una pareja belga, que había tenido una
revelación divina, “sustrajo” la escultura de la Virgen de una iglesia de
Amberes para traerla a la Iglesia de Notre-Dame du Sablon. Su construcción
concluyó en el siglo XV y es de estilo gótico tardío: en su
fachada destacan sus vidrieras de más de 15 metros de altura y los pináculos que
son propios del estilo Gótico. Lunes a viernes de 09:00-18:30.
Una
vez fuera, seguir por Rue de la Régence
hasta llegar al Palacio de Justicia. Si está abierto, recomiendo ingresar
para ver el inmenso vestíbulo de inspiración clásica y las salas interiores. Su vestíbulo impresiona:
más de 100 metros de altura, un pórtico con columnas de proporciones titánicas
y grandes esculturas de Cicerón, Demósteners, Ulpiano y Solón flanqueando el
acceso a la sede del Poder Judicial belga. También se puede subir hasta
el segundo piso y recorrer sus galerías. Lunes a viernes de
08:00-17:00.
Al costado del Palacio de Justicia verán un
mirador. También hay un ascensor que les permite bajar a la parte baja de la
ciudad. Una vez terminado de recorrer el centro histórico, hay otras opciones
para visitar en Bruselas (tener en cuenta el horario en el cuál terminen).
El Atomium, icono por excelencia de
Bruselas, es una de las atracciones favoritas de la ciudad. Aunque no se
encuentra muy céntrico no podemos irnos de Bruselas sin acercarnos a verlo. Se
llega mediante transporte público (bus o subte/metro). Fue construido para
la Exposición Universal de 1958 y su estructura emula los nueve
átomos de un cristal de hierro (que a su vez representan las nueves provincias
belgas), aumentados 165 mil millones de veces. Construido en acero y
aluminio y tiene más de 100 metros de altura. La estructura se apoya en
tres grandes torres que actúan como pilares, desde las que parten las escaleras
que conectan las esferas y que permiten la salida de los visitantes por la
parte inferior. Las esferas tienen 20 metros de diámetro. Seis de las esferas
son visitables, y en la esfera más elevada hay un restaurante con un mirador, al
que se accede subiendo con el ascensor. Todos los días de 10:00 a 18:00 horas. Adultos:
12€. Entradas combinadas con Mini Europe: Adultos: 24,50€.
El parque Mini Europa, inaugurado en 1989,
posee unas 350 maquetas hechas a escala 1/25 mediante las que se
representan 80 ciudades de la Unión Europea. Mini Europa está repleta de
jardines y elementos móviles como molinos, camiones, trenes y barcos e incluso
el Volcán Vesubio en plena erupción. Desde el 20 de marzo hasta el 30 de junio:
de 9:30 a 18:00 horas (debo la info sobre el resto del año). Adultos: 15€.
El Atomium y el parque Mini Europa se encuentran pegados uno al otro.
También, dependiendo del interés de cada persona, se puede visitar la Basílica del Sagrado Corazón (Basilique du
Sacré-Coeur) que es una joya de la arquitectura del siglo XX. Está construida
en estilo Art Decó y tiene 89 metros de alto y 167 de largo, medidas que la
convierten en una de las iglesias más grande del mundo. La basílica se
construyó para conmemorar el 75 aniversario de la independencia de Bélgica. El
Rey Leopoldo II puso la primera piedra (o piedra fundamental) en el año 1905,
pero su construcción tuvo que detenerse durante las dos Guerras Mundiales,
de modo que no se vio terminada hasta 1971. Aunque la Basílica del Sagrado
Corazón es una de las mejores iglesias de Bruselas, está algo alejada del
centro. Si sólo se va por un día, es posible que no dé el tiempo para visitarla.
Basílica: Entrada gratuita. Subida a la cúpula: Adultos: 4€.
Les dejo el link con el plano marcado con todos
los atractivos:
En www.facebook.com/sebaparaelmundo
voy publicando fotos con los destinos.
También pueden seguirme en Instagram:
@sebaparaelmundo
Espero que les haya gustado.
Datos extras para facilitar la visita:
Para más información sobre Bruselas se puede
visitar la página oficial:
Para tener información sobre la Bruselas Card
pueden ingresar a.
Ver la agenda cultural con los eventos que se
darán durante su estadía:
Información sobre el transporte público:
Para ver listado de hoteles:
Alquileres de habitaciones o departamentos:
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